¿Pensando en hacer un viaje original? Si estás buscando una alternativa a viajes convencionales o al turismo de sol y playa, estás en el continente perfecto. Porque sí, en Europa puedes encontrar muchas ciudades que cuentan historias milenarias, parajes impresionantes tanto de mar como de montaña y ciudades que rebosan juventud y está impregnadas de un espíritu cosmopolita. Pero también hay muchos pueblos y ciudades raros, muy raros. Prueba de ello son estos pueblos curiosos, algunos de los cuales no podrás creer que existen.
Bourtange
¿Un pueblo con forma de estrella? Existe y está en Holanda. Si bien estamos acostumbrados a escuchar este tipo de ciudades extravagantes en algunas regiones de Asia, lo cierto es que Bourtange es probablemente el pueblo más curioso de Europa.
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No obstante y pese a lo que pueda parecer, la fisionomía de Bourtange no es ningún capricho. Al estar cerca de la frontera con Alemania, en 1580 se decidió llevar a cabo en Bourtange uno de los proyectos de fortaleza más avanzados del momento, siguiendo la estela de la mayoría de las fortalezas existentes. Y funcionó, no sólo mantuvo la ciudad a salvo, sino también la dotó de su peculiar distribución que todavía se mantiene. Si quieres visitar Bourtange, puedes alojarte en la ciudad de Groninga y aprovechar para disfrutar del Festival Noorderzoon de Artes Escénicas.
Bled
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Bled es un pueblo precioso, verdaderamente una de las muchas maravillas que visitar en Eslovenia. ¿Por qué es tan curioso Bled? Pues porque parte del pueblo está situado en una isla en medio del Lago de Bled, otra de las joyas de la zona. A la isla se accede mediante unas barcas conocidas como Plenta o incluso puedes alquilar tu propia barca para remar hasta ella. ¿Qué encontrarás allí? La iglesia de la Asunción, una iglesia barroca del siglo XV que bien merece la pena.
Si añadimos a la peculiaridad de la isla el hecho de que Bled está marcado por uno de los lagos más bonitos de Europa, con una temperatura idónea para bañarse durante buena parte del año y presidido por el Castillo de Bled, otra joya de obligada visita por la zona,Bled es un must si estás pensando en visitar Eslovenia. Si quieres quedarte unos días por la zona y disfrutar del lago y todo lo que tiene para ofrecer al turista curioso, puedes hospedarte en alguno de los hoteles de Bled.
Isla de Sark
La Isla de Sark se encuentra en el Canal de la Mancha, que divide Francia con Inglaterra. ¿Y cuál es su principal particularidad? Pues en esta ocasión se trata más bien de su estructura política, que hasta el año 2008 utilizaba un sistema feudalista. Su población es de poco más de 500 habitantes y, pese a que su división política se ha renovado, visitar Sark es todavía hacer un viaje al pasado.
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Un buen ejemplo de ello es que la circulación de vehículos a motor está prohibida o que el Señor Feudal era el único de la isla con derecho a tener pichones, palomas o perros. ¿Te apetece viajar hasta aquí? Acceder a cualquiera de las Islas del Canal de la Mancha es relativamente fácil, existen varios ferries tanto desde Francia como Inglaterra para hacerlo. Y sí, pese a estar poco poblada, hay 7 hoteles en la isla.
Monte Saint Michel
Esta isla situada entre Bretaña y Normandía es una de las zonas más curiosas de Francia y el emplazamiento perfecto para ver las mareas más impresionantes de Europa. Todos los días, la marea sube 15 metros, casi dejando incomunicado el pueblo y su preciosa abadía y ofreciendo uno de los espectáculos naturales más impresionantes de Francia.
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Si visitas el Monte Saint Michel, por supuesto visita su preciosa abadía, pasea por alrededor de sus murallas y por el pueblo. No sólo es muy curioso, sino que además Saint Michel es una verdadera maravilla que visitar. ¿Dónde dormir? Existen muchos hoteles a menos de 10 kilómetros del islote a unos precios bastante competitivos, así que no tienes excusa.
Setenil de las Bodegas
Si buscas un destino nacional curioso, tienes que ir a Setenil de las Bodegas. Este pueblo gaditano es uno de los más llamativos de toda España por su particular orografía y las peripecias que sus habitantes han tenido que pasar para asentarse en una zona como esta. Y es que Setenil de las Bodegas está construida entre una roca, tal y como se puede observar en las fotografías.
Visitar Setenil de las Bodegas es una experiencia bastante curiosa: sus calles más famosas son la Calle del Sol –dónde da el sol- y la calle de la sombra –dónde nunca entra un rayo de luz. Sin duda un lugar bastante impresionante. En el mismo pueblo y alrededores hay una buena oferta de hoteles para aprovechar la visita y convertirla en una escapada.
Nördlingen
Hace más de quince millones de años, un meteorito chocó contra la región de Baviera, creando un cráter de 25 kilómetros de extensión. ¿Qué pasó con ese cráter? Pues que con el paso del tiempo surgió Nördlingen, un pequeño pueblo que se aprovechó del efecto del cráter.
Este hecho es de por sí bastante curioso y tanto visitar sus alrededores como el pueblo –con sus preciosas casas blancas y techos rojos– bien merece la pena una visita. Si a todo esto le añadimos que los precios de los hoteles son bastante bajos, no puedes perdértelo.